Odontología conservadora

Ventajas de la odontología conservadora

La odontología conservadora es mucho más que un tipo de tratamiento: es una forma de entender la profesión, una técnica y, sobre todo, una filosofía. Y en Clínica Dental Segovia creemos en ella. Implica optar siempre por la cura de las piezas dentales y el tejido dental que quede sano a la vez que se trabaja sobre los tejidos dañados, dejando la extracción como la última opción. Así, podemos restaurar casos como caries o traumatismos, entre otros problemas bucodentales, sin que los dientes ni tejidos adyacentes a la pieza dañada resulten afectados.

Practicar la odontología conservadora requiere precisión y mimo. Supone trabajar sobre dientes dañados, por lo que para que los tratamientos aplicados sean realmente efectivos es importante contar con profesionales meticulosos.

La filosofía de la odontología conservadora parte (al igual que otras muchas especialidades en esta profesión) de que la prevención es la mejor aliada para evitar males mayores. Una vez llegan los problemas, hay que cribar caso por caso para acertar con el diagnóstico y ser precisos con los tratamientos.

Los traumatismos en dientes, las caries poco profundas o las malformaciones dentales pueden tratarse, en manos de un especialista, con relativa sencillez por medio de empastes, reconstrucciones o endodoncias, en función del problema detectado y su grado de gravedad. Pero, cuando algún caso se agrava o el problema es importante, la extracción se convierte en una opción a valorar. Apostar por la conservadora significa que la extracción sea siempre la última opción, solo para los casos más extremos y en los que el diente está tan dañado que no hay otras soluciones posibles. Si el diente original tiene arreglo, se aplica.

En Clínica Dental Segovia partimos siempre de un análisis de situación que evalúe cómo resolver los problemas de los pacientes manteniendo sus piezas dentales originales e intactas. Este principio de odontología conservadora se basa en ciertas ventajas evidentes:

  • Mantener nuestras piezas dentales, sin llegar a la extracción o el uso de prótesis, preserva nuestro aspecto y la funcionalidad original de nuestra boca, sin afectar a la masticación.
  • Los pacientes ahorrarán tiempo (y molestias) que tendrían que dedicar a su día a día, y no necesariamente a centrarse en tratamientos bucodentales.
  • La estética es importante. La odontología conservadora permite, en la medida de lo posible, seguir con nuestro aspecto, con nuestra distintiva sonrisa y, pese a los problemas que podamos tener, solucionarlos sobre la base existente, no creando una nueva.
  • También la economía es importante. Y, para los pacientes, la vía conservadora es más asequible que los tratamientos más invasivos, especialmente porque además ayuda a prevenir problemas futuros.


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